¿Pasaron de moda los centros comerciales?

En años pasados, el centro comercial fungía como un punto de contacto masivo, abarcando múltiples funciones como punto de venta, demostración, almacenamiento y más. Hoy en día, los centros comerciales siguen siendo un punto de contacto más, pero han cobrado aún más relevancia para la interacción con los productos y la experiencia de la marca.

Así, los centros comerciales se están convirtiendo en centros culturales donde las marcas crean una experiencia que representa su cultura y valores. Para los desarrolladores y dueños de terrenos con vocación comercial, conocer esta nueva forma de conceptualizar espacios comerciales puede ser la diferencia para lograr el éxito de un negocio inmobiliario.

Experiencia de la Marca y Comunidad

Si ahora ya podemos hacer las compras desde nuestra cama, ¿por qué saldríamos y arrastraríamos a toda nuestra familia a un centro comercial? La respuesta es que, más allá de simplemente adquirir un producto, las personas visitamos las tiendas para vivir la cultura de la marca y lo que representan.

Las marcas ahora están creando espacios que reflejan el estilo de vida y los valores específicos de la comunidad que adquiere sus productos. Ejemplo de esto es Yeti, en donde compras un termo y te das cuenta de que tiene garantía de por vida. Incluso podrías encontrarte con un museo de objetos rotos que siguen funcionando. ¡Y todo esto acompañado de música en vivo y un ambiente increíble!

De esta forma, el centro comercial ahora se convierte en un lugar en donde las marcas se agrupan alrededor de un estilo de vida compartido.

Adaptación de los Centros Comerciales

¿Qué va a pasar con los centros comerciales típicos? Los tracks comerciales muy largos probablemente se segmenten y empiecen a crear estos hubs dentro de su misma infraestructura, como si fueran pequeños barrios, en lugar de tener todas las tiendas mezcladas y unidas por tiendas ancla en cada esquina. 

Estos espacios ya han entendido que la exclusividad ya no es importante. Hemos comprendido que “entre más cantinas, más borrachos”, es decir, que entre más oferta similar haya, más atractivo será el espacio para el visitante.

La clave es compactar y especializar, creando epicentros que atraigan a personas con intereses y necesidades específicas.

Logística como amenidad comercial

Esta nueva dinámica de los centros comerciales deberá ofrecer más que el estilo de vida. En este nuevo panorama, los centros comerciales se han convertido en auténticos centros logísticos en los que la eficiencia de la cadena de suministro juega un papel crucial. Las operaciones de las tiendas requieren de un soporte sólido, y es aquí donde entra en juego la logística compartida y el almacenamiento estratégico. 

No es sorprendente saber que algunas marcas resurten sus productos hasta tres veces al día para mantener sus estantes llenos y satisfacer la demanda siempre creciente. Es aquí en donde un centro comercial equipado para permitir entregas rápidas y eficientes a las tiendas, y que brinde un espacio necesario para la distribución, recolección y entrega de inventarios, se convierte en un diferenciador no sólo para el consumidor sino también para los locatarios. 

Demanda y Oportunidad

En esencia, los centros comerciales no solo se adaptan a la evolución de las compras, sino que también se transforman en facilitadores vitales para la vida de las marcas y la experiencia de los consumidores.

La clave es entender profundamente las necesidades del mercado para aprovechar las ventajas y satisfacer la demanda insatisfecha. Y esto se puede lograr con datos.

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